
Penúltimo día de nuestro diario de Japón. Hoy vamos a recorrer un barrio donde encontraremos las tiendas más lujosas, visitaremos uno de los mercados más importantes de Tokio, pero sobretodo vamos a contaros qué ver y hacer en Odaiba.

Odaiba es una isla artificial donde encontraremos todo el ocio que podáis imaginar. Cuando preparamos este día, pensábamos que no daría para tanto este lugar, y sin embargo lo pasamos en grande.

Índice
Ginza

Lo primero que hicimos en el día de hoy es desplazarnos hasta el lujoso barrio de Ginza. Para ello tomamos la línea de metro Asakusa. Ya se acababa el viaje y sería hoy cuando cometeríamos el primer y único error.

Compramos un ticket que era una especie de bonometro. Cuando fuimos a entrar en el metro nos echaron el alto, puesto que no habíamos visto que ese bono servía para cualquier línea excepto Asakusa. Así que, el resto de viajes que hicimos compramos billetes únicos para no devanarnos más la cabeza.


Por Ginza simplemente nos dejamos llevar por sus comerciales calles, disfrutando de la arquitectura de sus edificios lo cual es un gusto para la vista.


Nos llamó la atención el horario comercial, el cual no abría hasta las 11 de la mañana. Así que, estaban todas las tiendas cerradas. Es por ese el motivo por el cual no compramos nada en Gucci o Prada... no por falta de efectivo.

Mercado de Tsukiji
La siguiente parada del día es el mercado Tsukiji. Hasta él llegamos en la línea Hibiya. Ya llevábamos cansancio acumulado y pese a no estar lejos de Ginza, preferimos tomar el metro.


En la preparación, tras pensarlo mucho, decidimos simplemente acercarnos a la parte externa del antiguo mercado de Tsukiji. Cuando viajamos nosotros acababan de trasladar el mercado a Toyosu.



Aunque estar presente en la subasta del atún nos parecía muy atractivo, consideramos que perderíamos bastante tiempo. Por ello, callejeamos entre los puestos de pescados, carnes, vegetales….Tenía todo una pinta buenísima, era hora de catarlo.



Sorpresas en el camino

Justo al lado del mercado, nos quedamos boquiabiertos con un templo budista que encontramos paseando. Sabemos que es un templo budista porque lo hemos buscado en el mapa. Porque como podéis ver parece una foto tomada en Europa más que en Asia. Japón nunca deja de sorprendernos. Se trata del templo Tsukiji Hongwanji.


Odaiba

Cómo llegar

Para llegar a Odaiba, desde el mercado, nosotros tomamos la línea de metro Oedo hasta la estación Shiodome y allí tomamos otro metro de la línea Yurikamome hasta la estación Daiba.

Qué ver y hacer en Odaiba
Como os decíamos la oferta de ocio en Odaiba es impresionante. Vamos a contaros lo que hicimos nosotros, pero sabed que además de todo ello también podéis visitar Pallete Town, los estudios de Fuji Tv, visitar varios museos, disfrutar de la playa o incluso daros un onsen. Oferta para todo tipo de gustos.

Arquitectura

Uno de los atractivos de Odaiba, al igual que en el resto de Tokio, es disfrutar de su increíble arquitectura.

Puente Rainbow
Este puente colgante es el que conecta Odaiba con el barrio Minato de Tokio. Aunque ya lo habremos visto a nuestro paso en metro, las vistas que hay desde Odaiba son magníficas.

Parque Shiokaze

Pasear por este parque es un placer. Zonas verdes con vistas al barrio Minato de Tokio, bancos para sentarte, caminos de tierra y como broche final una réplica de la Estatua de la Libertad.


Comer en Odaiba
Aquí viene una de las mejores experiencias del viaje. ¿Estaba buena la comida? ¡Sí! Pero el motivo que nos hizo quedarnos con recuerdo fantástico fue otro.

Para comer fuimos al centro comercial Aqua City Odaiba en el piso 5. Aquí cuentan con una zona de restaurantes especializados sobretodo en ramen, llamados Tokyo Ramen Kokugikan. Hay platos de ramen típicos de todo Japón: Sapporo, Kanazawa…

En el pasillo central hay máquinas para pedir el plato de ramen que prefieras. Noe eligió en una máquina y David en otra. Rápidamente nos dimos cuenta de que no era un área común como creíamos. Cada máquina era de un restaurante diferente y por lo tanto cada uno debería comer su plato en el restaurante elegido.

¿Os imagináis que en vuestro país os ocurriera eso? Nosotros pensábamos que si salimos a comer juntos y nos equivocáramos al pedir, como ocurrió este día, el comer separados nos hubiera arruinado el día.

Pero esto es Japón, y ya estábamos más que integrados en un país donde muchas personas comen en soledad. De hecho suele haber más lugares para sentarte solo que mesas para compartir.

Así que cada uno disfrutó de su plato de ramen en solitario. Y ambos coincidimos cuando nos reencontramos en que había sido la mejor comida del viaje y el mejor ramen que jamás habíamos comido. Japón es muchas cosas, entre ellas encontrarte contigo mismo. ¡Lo habíamos conseguido!

Estatua Unicornio Gundam

Otro de los grandes atractivos de Odaiba es visitar esta gigantesca estatua. Ya habíamos visto una estatua de Tetsujin 28 en Kobe, pero esta vez Gundam nos sorprendió mucho más.

En ciertas horas del día hay un pequeño espectáculo donde adquiere movimiento. Si tenéis oportunidad de visitarlo de noche, además habrá luces acompañando al show.

Os dejamos aquí los horarios para que hagáis coincidir vuestra visita con alguno de los espectáculos. Nos gustó mucho, pero también os decimos que tampoco es todo lo espectacular que podríamos esperar sabiendo lo adelantados y tecnológicos que son los japoneses.

Vídeo
Os dejamos el vídeo del espectáculo que vimos nosotros para que os hagáis una idea.
Recreativos
Hay varias salas de recreativos al igual que en el resto de Japón. Allí encontraréis máquinas de videojuegos, juegos del gancho… Una perdición para los jugadores natos.

Centros comerciales
En Odaiba hay en concreto dos centros comerciales. Son Aqua City Odaiba y Decks Tokio Beach. Los centros comerciales en Japón son inmensos edificios donde es muy fácil perderse, puesto que hay muchos pisos y muchos pasillos. Es fácil desorientarse. Eso sí, si nos perdemos tendremos millones de tiendas, restaurantes, locales de ocio… para pasar el rato hasta encontrarnos.

Sega Joypolis
Nosotros entramos en esta gran sala de recreativos. Está localizado en el centro comercial Decks Tokyo Beach.
La entrada nos costó 800 JPY. Si vais con niños de 7 a 17 años, sabed que la entrada cuesta 500 JPY. Si queréis todas las atracciones incluidas el precio es 4500 JPY para adultos y 3500 JPY para niños. Si no, podéis pagar las que vayáis a disfrutar en cada atracción.

¿Qué encontraréis dentro? Un total de 22 atracciones, desde atracciones de miedo, montañas rusas, atracciones en las que compites contra otros participantes… Si os gustan los parques de atracciones podréis pasar allí todo el día. Eso sí, es todo cubierto, no se ve la luz del día. Suponemos que es para que no quieras salir de allí, como en los casinos jajaja.


Ya sabéis que Japón, de una manera u otra siempre sorprende. Estuvimos mucho rato observando, una zona donde había mucha gente, la mayoría chicas, de unos 25-30 años. Todas tenían como un mando luminoso en la mano.

Pensamos que sería un videojuego interactivo donde competirían entre sí. Cuál fue nuestro asombro cuando comprendimos que se trataba de un concierto donde los cantantes eran unos dibujos que salían en la pantalla. Japón is different.
Estatuas y decoración

Todo Odaiba está decorado con estatuas, monumentos, detalles frikis… La decoración es un atractivo en sí mismo.

Vistas


Lo que más nos gustó de Odaiba fueron las vistas que tienes de la costa de Tokio, perteneciente al barrio Minato. Poder disfrutar del atardecer y de las vistas nocturnas fue un valor añadido al magnífico día que pasamos en Odaiba.


Después de tantas emociones sólo nos quedaba volver al hotel, cenar en los alrededores del hotel (cena muy normalita, nada que ver con nuestro ramen favorito jajaja) y descansar. Al día siguiente pasaríamos nuestro último día en el país y lo queríamos pasar en nuestro barrio favorito de todo Japón, Akihabara.

Esperamos que os haya gustado la entrada de esta semana. ¿Habéis visitado Odaiba? ¿Cuáles han sido vuestras visitas preferidas? Nos vemos pronto para finalizar este diario, hasta entonces, un saludo y ¡a viajar!

