
Cada vez nos quedaban menos días de viaje por Islandia. Os contaremos qué ver y hacer en el norte de Islandia. Las dos semanas iban llegando a sus últimos días. Hoy íbamos a hacer algo especial por la mañana. Aprovechando que estábamos en Hofsós, nos íbamos a dar un baño en su espectacular piscina pública. La población de Hofsós es muy pequeña, así que su piscina no tiene pérdida. Y os preguntaréis, ¿qué tiene de especial la piscina de Hofsós? Echadle un vistazo a este vídeo y me decís si merece la pena o no pasar una horita a remojo:
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Piscina de Hofsós
La verdad que esta pedazo de piscina digamos que ha puesto a Hofsós en el mapa. Ahora hay mucha gente que aprovecha su viaje al norte de Islandia y pasa por esta pequeña población. Nosotros no íbamos a ser menos y la visitamos. La entrada son 900 ISK por persona. El tiempo límite lo ponéis vosotros. Como en la guesthouse no nos entraba desayuno, pensamos en irnos a darnos un baño sobre las 8:00. Así luego cuando abandonáramos la guesthouse, desayunaríamos de camino a nuestro siguiente punto de visita. Como en todas las piscinas de Islandia, lo primero que hay que hacer es ducharse bien duchado. Nada de ducharse un poco como en España y para adentro. Hay que ducharse a conciencia con agua y jabón. Los islandeses son muy tiquismiquis en este aspecto y si no lo haces te miran mal.
Aunque en el ambiente teníamos cero grados centígrados, la piscina está a unos 38 grados. La sensación de tener la cabeza fuera del agua a cero grados y el cuerpo dentro a los 38 grados, es impresionante. Lo mejor de esta piscina, como habréis podido comprobar en el vídeo, son las vistas. Puedes observar todo el fiordo Skagafjörður en todo su esplendor. En nuestro caso, tuvimos mucha suerte y nos salió un soleado día para disfrutar. A parte de la piscina, tenéis un jacuzzi en el que el agua está todavía más caliente. Eso sí, la salida al exterior es dura y hay que tener la toalla bien cerca.
Vídeo

Sauðárkrókur
Después de este baño, volvimos a la guesthouse. Con bastante pena nos despedimos de uno de nuestros alojamientos favoritos en Islandia. Nuestra siguiente parada era Sauðárkrókur. Aprovechando que pasábamos por este bonito pueblo, desayunaríamos en una panadería con muy buena pinta. Desde Hofsós teníamos una media hora, unos 40 kilómetros de carretera. En el día de hoy íbamos a ir paralelos al mar casi toda la jornada. Los paisajes eran impresionantes y las vistas desde la carretera inmejorables. Por si pasáis por esta población, la panadería se llama Sauðárkróksbakarí y tiene unos panes, bocadillos, dulces y demás bollería dignos del más goloso. Desayunamos muy bien y aprovechamos a comprar pan para nuestra comida de hoy.

Desde esta población nos dirigíamos a Hvítserkur, nuestra primera visita del día. Pensábamos rodear toda la península por la carretera 745. Al llegar a la intersección, nos dimos cuenta que íbamos a echar muchos kilómetros y además la carretera era de tierra. Lo pensamos mejor y seguimos por la carretera 744 hacia Blönduós. Desde Sauðárkrókur a Blönduós son unos 47 kilómetros, no más de 35 minutos en coche. Pasamos por alto esta bonita población del norte de Islandia y seguimos nuestro camino hacia Hvítserkur. Volvimos a coger la Ring 1 para luego desviarnos por la carretera 716 que más adelante se convierte en la carretera 711. Todas estas carreteras son de tierra pero están bastante bien mantenidas. Simplemente hay que tener cuidado y no conducir muy cerca de otros vehículos que tengamos delante por las piedras.

Hvítserkur
Desde Blönduós hay unos 60 kilómetros a Hvítserkur, más o menos una hora de viaje. Aquí nos adentramos en la península de Vatnsnes. En la mayoría de las guías de viaje, esta zona la marca como fundamental para visitar. A nosotros no nos pareció imprescindible. Se supone que es un buen sitio para ver focas. Nosotros, aún con prismáticos, no vimos ninguna. Quizá el tiempo no era el más adecuado, ya que hacía muchísimo viento. Aunque visto lo visto, debe ser la tónica general por estos lugares. Cierto es, que es un paisaje para disfrutar conduciendo e ir parando en los sitios que marca la carretera o bien donde veamos algo con lo que disfrutar.

Aparcamos en el pequeño aparcamiento que hay para ver Hvítserkur. Si lo habéis visto en foto, quizá os decepcione un poco. Como todo en Islandia tiene su pequeña leyenda. Esta formación de roca en el mar se supone que es un troll al que ha sorprendido el amanecer y se ha quedado petrificado. Hay poca gente, así que aprovechamos a hacer bastantes fotos. Depende como esté la marea, se puede bajar a la orilla e incluso llegar hasta el mismo farallón. En nuestro caso, es imposible así que hacemos fotos desde el mirador.

Restaurantes
Desde Hvítserkur seguimos por la carretera de la costa, la 711. Los paisajes junto al mar son impresionantes. De vez en cuando, paramos en algún mirador a ver si tenemos la suerte de ver focas. El día sigue muy ventoso y no hay manera. Tampoco nos podemos quejar, ya que tuvimos la suerte de ver focas en Jökulsárlón. A unos 20 kilómetros de Hvítserkur tenéis un restaurante que debe estar bastante bien. Se llama Geitafell, una se sus especialidades es la sopa de cigala. Si os pilla justo para comer es un buen sitio para hacer una parada. Nosotros seguimos un poco más hacia adelante para hacernos unos bocatas.

Un poco más adelante, paramos con el coche para comernos nuestros bocadillos de ensaladilla que habíamos comprado en Bonus. Paramos justo al lado de una especie de cafetería que tenía un secadero de pescado fuera. El día no estaba para comer al aire libre, así que nos comimos nuestros bocatas en el coche. Como aún teníamos bastante carretera por delante, no estuvimos mucho tiempo parados. En pocos minutos pasamos la población de Hvammstangi. Aún nos quedaban unos 250 kilómetros de carretera para llegar a nuestro alojamiento. El día de hoy era de los de kilometrada. Pero es lo que tiene estos viajes, si queríamos aprovechar el día de mañana para ver los fiordos del oeste.

Fiordos del Oeste
En breves entrábamos en los inhóspitos fiordos del oeste. La verdad que la fama que tienen es cierta. Haréis muchos kilómetros sin visos de vida humana. Tan solo veréis ovejas desperdigadas por el campo y alguna casa aislada. Eso sí, todas la carretera principal es asfaltada, lo cual se hacer raro. Una zona tan aislada del país y que su carretera principal sea de asfalto. La sensación es extraña. Cada muchos kilómetros nos cruzamos con algún coche. Vamos rodeando pequeños fiordos y de vez en cuando vemos alguna minúscula población. Incluso a veces vemos iglesias sin población, lo cual también es curioso.

La siguiente población grande que cruzamos es Hólmavík. Para que os hagáis una idea, tan solo tiene unos 375 habitantes. El frío invierno tiene que ser muy duro en estas localidades. Hacemos alguna parada para estirar las piernas y aprovechar para hacer alguna foto. Queremos llegar pronto a nuestro alojamiento de hoy para disfrutar un poco de él. Desde Hólmavík ya nos quedan solo 100 kilómetros. Podéis pensar que la carretera se puede hacer pesada en estos casos, pero no es así. Las vistas a ambos lados de la carretera son impresionantes. Mar a la derecha y unas verdes montañas a la izquierda.

Alojamiento
Rodeamos por hoy el último fiordo por la carretera 61, antes de llegar al hotel. Nuestro alojamiento de hoy es Country Hotel Heydalur. Es un hotel enclavado en medio de un valle, rodeado de montañas y de un río. Los alrededores son increíbles para pasear, hacer senderos o montar a caballo. Incluso en el mismo hotel hay un picadero. Las habitaciones están muy reformadas. Tienen calefacción por suelo radiante. Son como casas independientes fuera de la recepción. Lo único que decir, es que a las instalaciones les hace falta una pequeña reforma.

La atención y el servicio son muy buenos. Nos atiende una dulce señora mayor, que se supone que es la dueña. Nos dice si queremos cenar y que elijamos en ese momento para que no haya problemas. También nos ofrece desayuno, aunque lo declinamos, ya que mañana intentaremos madrugar para aprovechar el día. Tienen una piscina, dentro de lo que parece una especie de nave industrial… El aspecto no es muy bueno, y la temperatura tampoco invitaba a bañarse. Así que nos damos un baño en los hotspring artificiales que hay fuera, junto a la piscina. En estos el agua sí que está a una temperatura muy agradable.

Si estáis por esta zona, que sepáis que tenéis unos hotsprings naturales en el río que hay junto al hotel. Debe haber unos 400 metros desde el mismo. Después del baño nos vamos a cambiarnos a la habitación, en bañador y chanclas. Así que no veáis el frío que teníamos. Nos cambiamos y nos fuimos a cenar al comedor. Cenamos una hamburguesa completa y la famosa trucha ártica, todo ello por 5400 ISK.

Después de la cena, tocaba hacer resumen del día, ver las fotos y descansar. Mañana tocaba otro duro día de carretera para visitar los fiordos del oeste.
Mapa
Compartimos con vosotros el siguiente mapa donde podréis consultar el itinerario del día. También encontrareis en él los puntos de interés, restaurantes y mucha más información 😛 .
