
Hoy iba a ser un día de esos para recordar. Un día que no se nos iba a olvidar en muchos años de viajes. Un día lleno de aventuras, desventuras, emociones, dudas… Hoy era uno de esos días marcados en la agenda, que piensas que seguro que va a ser especial. Hoy os contamos nuestra excursión en 4×4 a Askja.

Siempre hay un par de días que tienes apuntado en tu plan diario del viaje, de los obligados en todos viajes. Como cuando tienes apuntado el Gran Cañón en la costa oeste de EE.UU o la bahía de Halong en Vietnam. De esos días que jamás vas a olvidar y que se te quedan muy grabados en la cabeza. Sin embargo, este día se iba a grabar en nuestro cerebro, quizá más por cosas malas que buenas, pero también lo recordamos con mucha ilusión.
Índice
Rutas posibles
Hoy madrugamos un poco más de lo normal, ya que el día es largo y el camino hacia Askja puede complicarse. Además el tiempo no acompaña y el día sale lluvioso. Esta lluvia va a ser la protagonista de parte del día y no nos dejará prácticamente hasta la tarde. Arrancamos nuestro 4×4, que de momento se ha portado como un valiente. Hoy es uno de los días en los que el coche es protagonista, al igual que en Landmannalaugar. Volveremos a conducir por las famosas carreteras «F» de Islandia. Estuvimos muchos días investigando cómo eran las carreteras que llevaban hacia Askja. Al final, por un post en los viajeros, nos decidimos a hacer la ruta por las carreteras «F905» y «F910».

Por hacer un pequeño resumen, a Askja se pueden llegar por dos rutas principales, desde donde estábamos nosotros. Incluso hay una tercera si llegáis desde Egilsstaðir. La ruta más turística es por la «F88». Es la ruta por la que llegan la mayoría de los tours organizados. Por esta ruta hay que vadear dos o tres ríos bastante caudalosos, según la climatología del momento. La ruta alternativa es la que escogimos nosotros. Primero por la carretera de asfalto 901 hacia Möðrudalur. Luego las carreteras «F905» y «F910» para llegar hasta Dreki. Aquí converge también la carretera «F88». Por último, hay que hacer el tramo de la «F894». Desde nuestro alojamiento, Google Maps marcaba unas tres horas y media y 169 kilómetros. Luego nos íbamos a dar cuenta que la ida nos iba a costar un «poco» más.
Primer tramo
El primer tramo de carretera se nos hace más largo de lo normal y eso que es por la asfaltada ring 1. Pero pensábamos que el desvío hacia la 901 estaba más cerca del desvío de la F88. Para que lo tengáis en cuenta, entre ambas carreteras hay una distancia de 30 kilómetros por la ring 1. Cogemos el desvío hacia la derecha de la carretera 901. A partir de aquí, hay 7,5 kilómetros hasta la población de Möðrudalur. Esta pequeña localidad es la última con «vida» antes de llegar a Dreki. Aquí tenéis restaurante/cafetería, camping y lo más importante, una gasolinera que solo funciona en verano.

Aquí tuvimos la primera desventura del día. Íbamos algo cortos de gasolina, aunque el coche marcaba más de 400 kilómetros para repostar. Pero ya sabéis que en estos casos siempre piensas en lo peor. Primero, por desconocimiento del terreno y segundo, por desconocimiento del coche. Así que el viaje de ida, entre unas cosas y otras, no lo disfrutamos mucho. Íbamos más pendientes de si nos iba a llegar la gasolina que de disfrutar del paisaje. Por eso sabemos que en Möðrudalur solo hay gasolina en verano, ya que en cuanto llegamos a esta localidad preguntamos si había gasolinera.

F905
Desde Möðrudalur hay unos 3 kilómetros al primer desvío hacia una de las carreteras «F» de la jornada. A partir de aquí entraríamos en la «F905». En la entrada a esta carretera veremos un cartel que marca 81 kilómetros para la llegada a Askja. El día seguía bastante lluvioso y no auguraba nada bueno. Un poco más adelante nos encontramos con el primer riachuelo en el camino. Parece que las lluvias de los últimos días habían hecho crecer estos ríos glaciares que hay por la zona. Este primer cauce era muy pequeño y no tenía nada que ver con lo que nos íbamos a encontrar más adelante.

Unos minutos más adelante nos encontramos con el segundo río. Este no estaba marcado con señales como otros ríos permanentes de la zona. Supusimos, que con las lluvias de estos días atrás, había aparecido de la nada. En esta zona, casi todos los ríos tienen origen glaciar, con lo que en otras épocas del año pueden desaparecer. En nuestro caso, podría ser que a la vuelta, por la insistente lluvia, fueran más crecidos. Para cruzar este segundo río nos lo pensamos más. Por nuestra poca experiencia por este tipo de terrenos, nos tomamos bastante prudencia. Nos bajamos del coche e inspeccionamos el terreno. Parece que la trazada para pasarlo estaba clara. En otros ríos hay un pequeño cartel que marca la trazada que debéis seguir para cruzar el río. Seguramente los que sois más avezados con 4×4 pensaréis que era una ruina de río 🙂
Vadear ríos
Al final y con calma, metí primera con la tracción 4×4 conectada y para delante… La verdad que la experiencia de cruzar nuestro primer río en condiciones fue increíble. En un primer momento estábamos un poco preocupados, pero la adrenalina del momento nos hizo seguir adelante. Se suponía que en este itinerario que elegimos no había ríos que vadear, aunque más adelante íbamos a ver que no era el único. Nos imaginamos que por la carretera «F88» la cosa estaría peor.
Lo mejor, es que un kilómetro más adelante teníamos otro río más para vadear. Esta vez y con la experiencia del primero fue más fácil decidir por donde pasarlo. De nuevo ponemos primera y cruzamos el río sin ningún problema. Ya nos estamos convirtiendo en unos vadeadores expertos jajaja. El tiempo no mejora, al revés, parece que cada vez las nubes están más bajas. El paisaje que nos rodea es impresionante y en algunos momentos pensamos que estamos en otro planeta.

Puentes con verja
En un momento vemos un río gigantesco con un caudal impresionante, esto ya no es un río como los anteriores. Sin embargo, más adelante vemos que se puede cruzar a través de un puente. Cual es nuestra sorpresa que este puente tiene una verja y está cerrada. Aunque por la otra orilla vemos acercarse un coche. Noe sale del coche e inspecciona la verja. Tiene un cierre para abrirla, así que ni corta ni perezosa la abre y yo paso el coche a la otra orilla. Lo mejor es que desde la otra orilla vienen dos coches más que se unen al tercero. En pocos minutos Noe se convierte en portera del puente y va dejando pasar a los tres coches. Nos damos cuenta que esto es una costumbre y todos los puentes en este camino están vallados.

Los 80 kilómetros que separan el primer desvío de Askja se están haciendo largos. En sentido contrario nos hemos cruzado cuatro coches, pero en nuestro sentido vamos solos durante todo el camino. En un momento nos cruzamos con un todoterreno que lleva un remolque con un depósito de gasolina. Nos podría vender unos litros 🙂 El terreno se hace cada vez más montañoso y en algunos momentos la carretera es un camino lleno de baches. Incluso en algunos tramos hay bastantes rocas y en otros bastante barro, que hace que el coche se mueva por todos los lados.
Dreki
Cruzaremos otro riachuelo más antes de llegar a Dreki. Recordad que aquí es el último sitio, antes de llegar a Askja, en el que podréis tomar algo caliente en su cafetería. Como os dijimos antes, no hay gasolinera. Si tuvierais cualquier problema con el coche, aquí hay un albergue para dormir. Desde aquí 8 kilómetros nos separan del parking de Askja. Unos metros más adelante, nos cruzamos con una especie de Ranger. Nos da un mapa de la zona y nos informa que el tiempo está muy mal en la zona de Askja. Nos avisa que la temperatura no subirá de cero grados y que vayamos bien abrigados y con ropa impermeable. Nos indica también que el sendero para llegar a Askja desde el parking es una media hora.

En pocos minutos llegamos al parking. Nos abrigamos todo lo que podemos, pantalones térmicos junto con los pantalones impermeables. Dos camisetas térmicas, polar y cortavientos impermeable. Todo ello junto con guantes y gorro. Comenzamos el sendero y vemos que la vuelta va a ser dura, ya que ahora llevamos el terrible y frío viento de espalda. Las nubes están muy bajas y no se ve casi nada. Es como si la niebla lo hubiera cubierto todo. El sendero está marcado por unas estaquillas amarillas y en algunas ocasiones no vemos la siguiente.
Sendero a Askja
Como nos indicó la Ranger, en media hora estamos en la caldera de Askja y vemos el cráter Viti. El tiempo no nos permite disfrutar del momento. No se ve absolutamente nada. Nos acercamos a la caldera y no se ve ni la otra orilla. Hemos tardado cuatro horas y media para no poder disfrutar de Askja, pero bueno es una experiencia más. Por supuesto, con el día que hace no hay ningún valiente que se esté bañando en el cráter Viti. Estamos unos cinco minutos haciendo las pocas fotos que podemos, ya que la visibilidad es nula. Suponemos, que con buen tiempo y un día despejado, las vistas deben ser impresionantes.

Volvemos hacia el parking un poco decepcionados. La vuelta es horrible. El viento en la cara y un pequeño granizo, que parece nieve, nos golpea insistentemente en la cara. Tenemos que parar en varios momentos para descansar. Al final, llegamos al parking mojados por la lluvia y cansados. Nos quitamos la ropa como podemos y nos metemos en el coche. La experiencia de Askja no ha sido todo lo buena que imaginábamos.
Nos toca la vuelta, otra vez con el coche, por el mismo camino que hemos venido. Quizá por la experiencia de la ida o bien porque esta vez íbamos acompañados por más coches, vamos más deprisa y la vuelta se hace mucho más corta. En unas tres horas hacemos los 130 kilómetros que nos separan de nuestro hotel. Nos fijamos en los ríos que hemos cruzado por la mañana y vemos que con las lluvias de todo el día van algo más crecidos. En esta ocasión, los cruzamos casi sin pensar, siguiendo la trayectoria de por la mañana.

Cena y descanso
Llegamos al hotel cansados y con la ropa algo mojada. La ducha nos sienta de miedo. Nos cambiamos y nos vamos a cenar al otro restaurante que hay por la zona. Esta justo enfrente del alojamiento, cruzando la carretera. Se trata de Vogfjos Cowshed Cafe. Es una vaquería, que podéis comprobar como aún funciona, ya que hay unos cristales por los que podréis ver a las vacas. El restaurante es muy amplio y tiene un comedor gigante, con unos amplios ventanales. Quizá es un poco más caro de lo normal, pero hoy nos lo hemos merecido. Nos pedimos una pierna de cordero asada y una hamburguesa gigante con guarnición. Todo está muy bueno y muy bien servido. Pagamos 9.240 ISK, unos 73€ al cambio.

Después de este día de aventuras nos toca descansar. Como os decíamos antes, este día es de los que recuerdas siempre. Supongo que cuanto más días pasen, lo recordaremos con más ilusión. El camino ha sido divertido y una experiencia nueva. Aunque nos quedamos con cierto sabor amargo por no haber podido disfrutar de Askja en todo su esplendor. Mañana abandonábamos esta bonita zona del Lago Myvatn, no sin antes visitarlo a conciencia. El sábado que viene os contamos mucho más.

Por cierto, ya disculparéis por las fotos… El día no era todo lo bueno que nos hubiera gustado y las fotos son más bien malas. Por contra, podéis disfrutar de nuestro vídeo de la excursión en 4×4 a Askja:
Vídeo

Mapa
Compartimos con vosotros el siguiente mapa donde podréis consultar el itinerario del día. También encontrareis en él los puntos de interés, restaurantes y mucha más información 😛 .
