
Seguimos nuestro viaje por el gigante asiático.
Hoy llegamos muy temprano a la ciudad de Datong. Después de una tranquila noche descansando en nuestro compartimento, llegamos a la estación. El tren nocturno hace su entrada puntual en la misma. No os preocupéis por dormiros. Unos diez minutos antes de que llegue el tren a la estación, los revisores van avisando a la gente puerta por puerta. Preparamos nuestras maletas y nos cambiamos de ropa. Hoy os vamos a contar qué ver y hacer en Datong.

Índice
Nancy Magic Tour
Como os contamos en nuestro post viaje a China en 16 días, reservamos desde España una visita guiada al Templo Colgante y a las famosas cuevas de Yungang. Esta visita la contratamos con Nancy Magic Tour, una pequeña empresa de viajes que se dedica a realizar visitas por algunos lugares de China. Nuestra guía como podéis suponer se llamaba Nancy. Nos estaba esperando fuera de la estación con el típico cartel con nuestros nombres.
Para que no se nos haga muy largo el día, nos comenta que iremos a su oficina para descansar un rato. Incluso nos dice que nos podemos dar una ducha. La oficina de Nancy Magic Tour está muy cerca de la estación de tren de Datong. En menos de 5 minutos estamos en la planta número 11 de un gigantesco edificio. Nos sentamos en un sofá y mientras descansamos un rato Nancy trabaja en su puesto.

Una hora después nos lleva a desayunar a un KFC. No es que seamos muy amigos de la comida rápida, pero ya que nos llevan no nos íbamos a quejar 🙂 Los KFC en China son bastante distintos de los que podemos ver en España, ya que no hay pollo frito. Nos comemos un par de hamburguesas con un café, digamos que un desayuno distinto para lo que estamos acostumbrados jajaja. Por menos de de 5€ desayunamos los dos, más un café que se toma Nancy.
Por cierto, el tour entero con transporte hasta el templo colgante y las cuevas de Yungang nos costó 1080 CNY, unos 136€ al cambio. Las entradas van a parte.
Templo Colgante (Hengshan)
Localización y precio
El templo colgante está a unos 85 km de Datong. Se tarda más o menos unas dos horas en llegar. Después de unas divertidas clases de español con Nancy y su marido aprovechamos a dormir un rato. Una vez en la entrada del templo, compramos las entradas. Quizá en estas dos visitas se aprovechan un poco del turismo. La entrada al templo cuesta 125 CNY, al cambio son unos 16€. Comparado con el resto de visitas y el coste de vida en China, es bastante dinero. Os recordamos que la entrada a la Gran Muralla China cuesta 45 CNY.

Recorriendo el camino hacia el templo las primeras vistas son impresionantes. Esperemos que desde arriba no se note mucho la altura. Como el día ha amanecido un poco desapacible, nos ponemos sudadera y chubasquero. Como bien nos había indicado Nancy por mail, la temperatura en Datong es bastante más baja que en Beijing.

Historia
Nancy nos cuenta que el templo cuelga a una altura de unos 40 metros. Fue construido en el año 429 desde arriba de la montaña. Iban descolgando los postes de madera para hincarlos en la piedra de la montaña. Antes de que se construyera la presa que cambio el cauce del río, la altura del templo era de 90 metros. Sinceramente, nos conformamos con los 40 metros de altura 🙂
Vamos subiendo las escaleras hacia la entrada al templo. Nancy nos comenta que nos esperará abajo para seguir con la siguiente visita. Aprovechando que viene hasta los pies del templo, nos hacemos unas fotos con ella. Una vez que subes las escaleras de piedra empieza lo emocionante. Todo el templo está construido en madera, aunque no da la sensación de moverse ni un centímetro.

Está bastante pensado para una visita tranquila, ya que hay carteles que te indican la dirección de la visita. De esta forma, la dirección es única y no te cruzas con nadie. Esto nos hace tranquilizarnos, porque en algunos momentos que hay que subir o bajar escaleras, cabemos muy justos por ellas. La visita es asombrosa y la altura desde arriba es considerable, aunque se aprecia mucho más desde abajo

Vuelta a Datong
Como el templo colgante está al sur de Datong y las cuevas al oeste, de nuevo tenemos que pasar por Datong. Aprovechamos el viaje para comer en East Wheat, unas franquicias de noodles. En Datong tenéis dos o tres establecimientos. Nancy y su marido nos invitan a la comida y se lo agradecemos bastante. Los noodles con cerdo están impresionantes, de los mejores que hemos comido en todo nuestro viaje.
El camino hacia las cuevas de Yungang son unos 35 km. Con el tráfico de Datong, en una hora más o menos nos presentamos en la entrada. Datong es una ciudad bastante grande para lo que estamos acostumbrados en España. Tiene más de 3 millones de habitantes. Esta localizada a una altura de 1040 m sobre el nivel del mar. Esta es la razón por la que hace bastante más frío que en Beijing y la razón por la que en los inviernos llegue a nevar y en algunos meses no suba la temperatura de -3º.

Cuevas de Yungang
Localización y precio
Nancy nos explica que la entrada a las cuevas fue restaurada en 2008 y todos los templos que se pueden ver al inicio de la visita son bastante nuevos. Entre pagodas, templos y gigantescas estatuas de madera vamos llegando a la entrada a las cuevas. Al igual que la entrada al templo colgante, la entrada cuesta 125 CNY. Después de cruzar un bonito puente realizado en piedra, comienza la verdadera visita de las cuevas.

Las primeras cuevas impresionan, pero más lo hacen las siguientes, y así sucesivamente. La obra escultórica es asombrosa y entiendes porque se llaman las cuevas de los 10.000 budas. Hay de todos los tamaños, algunos son gigantescos y otros muy pequeños, diminutos que casi no se ven. En algunas cuevas no sabes donde mirar, los ojos se van a todas las paredes de la cueva, incluso al techo. Y en algunas ocasiones sales de ellas con dolor de cuello, de tanto admirar los decorados techos.

En los últimos años, algunas cuevas están cubiertas por templos de madera. Nancy nos cuenta que esto lo van a hacer en la mayoría de cuevas, para protegerlas de las inclemencias del tiempo. Es maravilloso ver como se han podido mantener todas las cuevas, siendo que la mayoría están abiertas.

La Petra de China
En la mayoría de cuevas se puede observar la policromía de las esculturas. Sinceramente es un sitio que si viajáis a esta zona de China no os lo podéis perder. Está claro porque en algunos sitios la llaman la Petra de China. En el tren nocturno hacia Pingyao nos encontramos con unos valencianos, que habían estado en Petra, y nos indicaban que por dentro merecen mucho más la pena estas cuevas.

Las últimas cuevas que se pueden observar están casi todas a la intemperie y son aquellas en las que las esculturas son más grandes. En una de las últimas nos encontramos con un grupo joven de chinos que nos piden que nos hagamos unas fotos con ellos. No sería la última vez que nos piden hacernos fotos con los lugareños 🙂

Después de ver un museo modernista que han añadido a la visita, quizá demasiado moderno para la zona, nos vamos despidiendo de este bonita e imprescindible visita. Nancy nos indica que iremos a Datong y que nos dejará en el hotel que hemos reservado para poder descansar unas horas, antes de tomar el tren nocturno a Pingyao.

Hotel para descansar
Después de que Nancy nos acompañe a cambiar moneda en un «Bank of China», nos llevan al hotel que nos habían reservado para descansar unas tres horas. Hoy era nuestro segundo día de tren nocturno, y queríamos descansar un rato. Las cinco horas que habíamos dormido el día de antes no habían sido suficientes y aunque de Datong a Pingyao teníamos 7 horas de trayecto, preferíamos ser precavidos y descansar antes.

La verdad que por mucho que intentamos buscar el hotel en Google, no hay forma de encontrarlo. Este hotel era gigantesco y parecía más un edificio de apartamentos. Estaba cerca de la oficina de Nancy pero no logramos ubicarlo en la ciudad. La estancia de unas tres horas, para ducharnos y echarnos una buena cabezada, nos costó 70 CNY, no llegaba a 9€. Un precio más que justo siendo que estábamos a cinco minutos de la estación de tren.

Después de un día sin parar desde las 5 de la mañana la siesta nos sienta muy bien. Nos dirigimos a la estación entre una lluvia torrencial. Pasamos el control y buscamos unos asientos cómodos para esperar a la llegada de nuestro tren a Pingyao. Aprovechamos a escribir nuestro diario y a leer un rato.
Estación de Datong
Anécdota
En la estación de Datong tuvimos una de esas experiencias que hace que viajar sea algo maravilloso. Una de esas anécdotas que recuerdas durante años y que siempre la cuentas en alguna conversación con familia o amigos. Mientras escribía mi diario en la estación, un hombre chino me miraba con curiosidad como escribía. En un folio me pasó una frase escrita en chino. Mediante gestos le dije que no entendía su idioma. Y el hombre insistía en hablar en chino. Lo mejor de toda la anécdota fue que había una pareja de chicas jóvenes sentada a su lado que nos iban haciendo de intérpretes.
Las chicas nos traducían del chino al inglés. Y nosotros contestábamos en inglés, a lo que las chicas se lo traducían al hombre en chino. Así tuvimos más de una hora de conversación entre el inglés y el chino. El hombre se alucinaba de cómo viajábamos si no entendíamos el idioma. Nos preguntó que de dónde éramos y cuanto tiempo viajábamos por China. También cuál era nuestro siguiente destino.

Llega nuestro tren
Así que entre pregunta y pregunta llegó nuestro tren, casi sin darnos cuenta. Intercambiamos direcciones de mail y unas monedas españolas y chinas con las chicas. Como os decíamos, estas anécdotas son las que hacen que viajar para nosotros sea algo imprescindible. Lo mejor, que mientras hacíamos cola conocimos un chico portugués, que íbamos a ver más de una vez por nuestro viaje por el país. El chico era de Castelobranco, un pequeño pueblo de 40.000 habitantes de Portugal. Le dije que lo conocía porque yo antes trabajaba en Imaginarium, y en este pequeño pueblo había una tienda. El portugués alucinaba de que pudiéramos conocer un pueblo tan pequeño de Portugal 🙂
La estación de Datong es pequeña comparada con la de Pekín. Una vez en el andén, subimos a nuestro vagón y localizamos nuestro compartimento. Este viaje teníamos más suerte, ya que compartíamos cabina con una pareja de Valencia. La primera hora de trayecto se hizo muy corta, hablando y compartiendo vivencias de nuestros primeros días en China. Después de picar algo, ya que no habíamos cenado nada, nos decidimos a descansar en nuestras dos literas.
esperamos que os haya sido útil esta entrada sobre qué hacer y ver en Datong. Mañana temprano llegábamos a Pingyao, una ciudad milenaria con unas murallas y un barrio antiguo mejor conservados de China. Pero eso os lo contaremos dentro de dos semanas.

Hola chicos, me ha gustado mucho vuestro blog, nosotros queremos visitar china en noviembre. Y vosotros en qué fecha fuisteis??
Tenéis otra forma de contacto para poder preguntaros cosas. Te dejo mi email kokeolivera@hotmail.com
Saludos viajeros
Hola Koke, gracias por leernos y por tu comentario. Nosotros hicimos el viaje a China en septiembre de 2015. Cualquier duda o pregunta que tengas puedes hacérnosla directamente en info@thenextland.com
¡Un saludo!