Comenzamos nuestro diario de viaje de nuestra escapada al país vecino. Como ya sabréis si nos habéis seguido estas últimas semanas, viajamos a Lisboa el pasado puente de la Constitución, al cual añadimos un par de días de vacaciones. Pasaríamos en la capital lusa un total de cinco días y pensamos que sería un gran inicio de viaje realizar una visita guiada en español por Lisboa.

Para no ser repetitivos os invitamos a visitar nuestro post del viaje a Lisboa en 5 días, donde os contamos los preparativos del viaje y algunos consejos para el mismo.

Índice
Llegada a Lisboa
Como os contamos en el post sobre cuántos días son necesarios para viajar a Lisboa, nosotros fuimos en coche desde Zaragoza, haciendo noche en Trujillo. Aquí nos alojamos en el hotel Perú. Un hotel de carretera a las afueras de Trujillo, que nos sorprendió positivamente. Hotel económico, limpio, habitación amplia y buen desayuno a buen precio.


Al día siguiente salimos del hotel a las 9h. Nos separaban de Lisboa unos 380 km, unas 3:30h de trayecto. Tened en cuenta que Portugal tiene el mismo huso horario que Canarias, por lo que deberemos retrasar nuestro reloj una hora. Por este motivo, llegamos sobre las 11:30h a nuestro hotel de Lisboa.
Pérdida de tiempo
Este día, perdimos bastante tiempo por dos razones. La primera fue respecto al parking. Antes de ir a Lisboa entendimos al hotel que nos darían un voucher antes de meter el coche al parking para que el precio fuera de 10 € por día.
Al llegar al hotel nos dijeron que ese era el precio que nos costaría el Parking María Cristina que hay cerca del mismo. Además hasta las 14h no se podia hacer el check-in, por lo que deberíamos volver a esa hora o antes de las 22h, hora en que cerraba la recepción del hotel.

El segundo motivo de pérdida de tiempo fue recoger la Lisboa Card. Nos estresaba el hecho de que cerrara la oficina de turismo donde debíamos recogerla. En Google vimos que cerraba a las 19h, por lo que debíamos ir a por ella antes de la visita guiada en español por Lisboa, puesto que finalizaba a esa hora.

Paseo por Lisboa
Como ya sabéis en todos los viajes suele haber días en los que cambiarías todo lo que hiciste. Pues este es el día. Llegamos a Lisboa con muchas ganas de disfrutar del viaje. Por ello nos dispusimos a ir caminando hasta el restaurante donde habíamos elegido comer.
Esto está genial porque como ya os hemos contado muchas veces, callejeando es como se disfruta del auténtico viaje. Y de hecho, este paseo nos encantó. El problema es que luego fuimos mal de tiempo por lo que os contábamos en el apartado anterior.

Deciros que en Lisboa no se pueden tomar caminos alternativos. Las calles no son paralelas, y puede ser que no tengan intersecciones hasta mucho más adelante. Por ello, os aconsejamos seguir al pie de la letra los mapas, porque si os pasáis una intersección puede ser que el paseo se haga mucho más largo, y si como era nuestro caso, no tenéis tiempo, puede ser fatal. Por cierto, en este momento conocimos las famosas cuestas de Lisboa jajaja.
Comer en Lisboa
Para hoy habíamos elegido uno de los restaurantes que salen en Somebody Feed Phil, de Netflix. Es un programa en el que Phil Rosenthal viaja por el mundo, disfrutando de la gastronomía de distintos países. Pues bien, en la primera temporada el cuarto episodio se desarrolla íntegramente en Lisboa.

El restaurante se llama Cervejaria Ramiro y como os decimos, pudiendo llegar allí en metro, decidimos ir andando. Esto sumado a que es un lugar extremadamente turístico, nos hizo perder mucho tiempo.

Tienen todo muy bien preparado, teniendo que sacar ticket a la entrada y esperando a que te toque el turno jajaja. Eso sí, tienen en la zona de espera un cañero de cerveza a monedas. Fuimos a las 12:45h y aún así tuvimos que esperar hasta las 13:30 para poder entrar. Al sacar el ticket pones de qué país eres, así la megafonía te avisa en tu idioma.

Se trata de una marisquería con buena calidad, pero que después de tanta espera seguramente te puede dejar algo frío. Además las mesas son bancadas muy juntas unas con otras, lo cual incomoda bastante.


La carta que te dan es una tablet con fotos para que sea fácil elegir. Escogimos coquinas, navajas y langostinos. Estos últimos estaban muy buenos. El precio no está mal para comer marisco.


Contrareloj
Salíamos del restaurante sobre las 14:30h. Tomamos el metro para regresar al hotel para hacer el check-in. Como aún no teníamos la Lisboa Card, sacamos billetes sencillos. Os invitamos a visitar nuestro post sobre cómo moverse por Lisboa donde os damos toda la información sobre qué medios utilizar y cómo manejarnos en el metro.

Pero os diremos que tuvimos que sacar una tarjeta para recargarla con viajes, no hay otra opción. Esto nos hizo perder más tiempo aún cuando volvimos a tomar el metro para ir hasta la plaza del Comercio. Tuvimos que llamar al personal del metro para que nos ayudara… En fin, un desastre.
Por ello nos dividimos. David fue a por las Lisboa Card y yo fui al punto de encuentro de la visita guiada en español por Lisboa. ¡Qué estrés!
Visita guiada en español por Lisboa
Bueno, pues después de tanta odisea llegué a la plaza Luis Camoes, donde era el punto de encuentro de nuestra visita guiada en español por Lisboa. Podía haber esperado a que llegara David, porque los grupos de visitas guiadas salían como churros. ¡Qué barbaridad de gente por todos lados!

Nosotros contratamos la visita guiada con Civitatis. Nunca hemos tenido ningún problema con las actividades contratadas. Hace pocos días nos enviaron algunas de las estadísticas del año. Casualmente este día en el que hicimos la visita guiada en español por Lisboa, fueron un total de 881 personas las que hicieron este mismo tour.

Con estas cifras comprenderéis la locura que supuso Lisboa en este puente. Los grupos de la visita eran de unas 25-30 personas. Demasiado para nuestro gusto, pero viendo semejantes cifras, no nos extraña que los grupos tuvieran que ser grandes. En esta ocasión la visita guiada corría a cuenta de una empresa subcontratada llamada Sandemans.
Recorrido
Esta visita guiada en español por Lisboa comenzó a las 16h en la Plaza Luis Camoes, donde nos hablaron de la historia del barrio Chiado, y el origen del nombre en el sonido que hacían los tranvías al pasar por el mismo.

También nos enseñaron el Café A Brasileira, donde hubo la primera máquina de expresso y nos contaron por qué los portugueses suelen pedir un Bica, que significa Beba isto com azúcar. Después pasamos por la librería más antigua del mundo, la librería Bertrand. Esta lleva abierta más de dos siglos y medio.

Aquí fue cuando llegó David de recoger la Lisboa Card. Continuó la visita hasta el Convento do Carmo, donde aprovecharon para explicar un poco de historia sobre el terremoto devastador del año 1755, así como nos hablaron de la revolución de los Claveles, del 25 de abril de 1974, con la cual se puso fin a la dictadura portuguesa.
También fuimos hacia la plaza del Rossio y entramos en la estación. La visita guiada en español por Lisboa continuó por la plaza Figueira, elevador de Santa Justa y finalizó en la plaza del Comercio donde nos dieron algunas nociones históricas de lo que significaba esa plaza en la era de los descubrimientos.
Una visita poco turística
Como extra, visitamos la iglesia de Santo Domingo. La historia de esta iglesia nos impresionó. Sufrió el efecto del gran terremoto que comentábamos antes y sirvió de refugio de muchos lisboetas que, a causa del terremoto perdieron sus viviendas.

Pues bien, por si no era suficiente los efectos del terremoto, las velas que utilizaron los devotos para rezar causaron un gran incendio en dicha iglesia. A día de hoy, la iglesia se mantiene tal cual quedó, puesto que creían que la renovación de la misma les traería peor suerte aún. No dejéis de visitarla, impresiona.
Opinión sobre la visita guiada en español por Lisboa
A nosotros nos gustan mucho los free tours, de hecho en Belém realizamos otro. Creemos que es fundamental hacer al menos uno, para conocer un poco más de la historia que envuelve a los edificios, monumentos y calles. Es sorprendente, al menos en nuestro caso, lo poco que conocíamos de la historia portuguesa, siendo un país tan próximo a España.
Como desventaja, el número de personas que van en el grupo. En algunos grupos veíamos que iban con pinganillo y micrófono. No era nuestro caso, lo cual en algunos momentos dificultaba oír las explicaciones.

Otro punto negativo aunque entendible es, el tiempo que se pierde en explicar el funcionamiento del free tour, y en este caso una parada técnica que hicimos donde había personas de la empresa Sandemans por si querías contratar otro free tour para otro día.

Aunque duraba tres horas, efectivas serían unas dos horas. Pero os recomendamos realizar esta visita guiada en español por Lisboa.
De tapas
La visita guiada en español por Liboa finalizó a las 19h, ¡qué hora más buena para ir de tapas! 😛 . En esta ocasión fuimos hacia la calle Nova do Carvalho, una calle bastante auténtica, donde podréis encontrar bastantes bares donde tomar algo. Nosotros elegimos Sol e Pesca.


Es un pequeño bar, cuya peculiaridad es que todas las tapas son conservas enlatadas. Es un bar pequeñito con terraza, cuya decoración, como no podía ser de otra manera, son cañas de pescar, redes y otros aperos marítimos. Podréis deleitaros con los estantes llenos de latas y con su extensa carta donde será difícil elegir entre tanta variedad. Nosotros pedimos pulpo, el cual estaba riquísimo.


Cenar en Lisboa

Para cenar elegimos otra de las localizaciones del programa de Netflix que os comentábamos antes, Somebody Feed Phil. En esta ocasión fuimos al Time Out Market.


Es un antiguo mercado, reconvertido en puestos de comida. Para nuestro gusto, algo elevado de precio. Comimos arroz con bacalao, pinchos de pollo yakitori, y como no, unos pasteis de nata.


Regresamos al hotel en metro, utilizando ya nuestra Lisboa Card. Un día de toma de contacto, algo desastroso y perdiendo bastante tiempo, pero nos quedaban por delante muchos días y mucho más relajados.

Esperamos que os haya gustado esta entrada. En breves seguimos con nuestro diario de viaje de Lisboa, esta vez visitando el precioso barrio de Alfama. Hasta entonces, un saludo y ¡a viajar!
