Continuamos nuestro diario de viaje por Lisboa. Hoy os vamos a contar todo lo que hicimos en este segundo día de viaje, un día completo donde haremos una ruta a pie por uno de los barrios más bonitos de Lisboa. Sin más, hoy os hablamos de qué ver en Alfama. ¡Vamos allá!

Índice
Mirador Señora do Monte

Como ya os contamos en posts anteriores, el primer día en la capital lusa lo utilizamos para hacer una visita guiada en español y así conocer un poco más la historia que envuelve a Lisboa. Pues bien, en este segundo día íbamos a comenzar el día con unas vistas inmejorables desde varios de sus miradores. El primero de ellos, el mirador Señora do Monte.

Para llegar utilizamos el metro. Desde nuestro hotel tomamos la línea azul desde Parque hasta Baixa/Chiado. Allí hicimos transbordo a la línea verde para bajarnos en Intendente. A partir de aquí nos esperaba un pequeño paseo cuesta arriba, eso sí, de unos 850m hasta el mirador.

Este es uno de nuestros miradores favoritos. Cobijados en una arboleda de pinos, tendréis unas vistas inmejorables de todo Lisboa. Además hay un mural hecho de azulejos, el cual nos ayudará a situar los edificios más famosos de la capital. Sabed que este es el mirador más elevado de la ciudad.

Mirador de Gracia

En un corto paseo de 700m llegaremos al segundo mirador que ver en Alfama. En este caso, pegado a la iglesia del mismo nombre, encontraremos el mirador de Gracia. Desde aquí obtendremos unas vistas maravillosas del Castillo de San Jorge, del puente 25 de abril y del río Tajo.

Además desde aquí veremos el mirador del que venimos. Sus inconfundibles pinos nos ayudarán a localizarlo rápido.

Castillo de San Jorge
Callejeando otros 700m, llegamos al siguiente punto que ver en Alfama, el castillo de San Jorge. David lo visitó en el viaje que hizo diez años atrás. En esta ocasión lo desechamos por falta de tiempo y porque leímos críticas en las que comentaban que era demasiado caro para lo que ofrecía. Aún así nos acercamos a la zona y paseamos por el interior de las murallas.

Por si os interesa, sabed que la entrada cuesta 10€ para adultos, la mitad para personas de 13 a 25 años y gratis para niños menos de 13 años. A este precio hay que añadir 2,5€ si queréis hacer la visita guiada. Ésta la podréis hacer en inglés, francés, portugués y español.

El horario del castillo es de 9 a 21h desde marzo a noviembre. El resto del año cierra a las 18h. Os dejamos aquí el enlace con la página oficial por si queréis conocer toda la información.
Callejeando por Alfama

Hacemos un inciso en este post sobre qué ver en Alfama para contaros que además de los miradores y el castillo, lo mejor de Alfama son sus calles.

Es un gusto el caminar por las calles de Alfama, encontrarte continuamente con el tranvía, pasar por calles estrechas, disfrutar incluso de sus cuestas empedradas. Os aconsejamos 100% pasear por Alfama.

Largo das Portas do Sol y Mirador de Santa Luzía

Estos son dos miradores que distan menos de 200m. Las vistas desde ambos son bastante parecidas. Podréis observar el río Tajo, la cúpula del Panteón Nacional y las agujas gemelas de la iglesia de Sao Vicente de Fora.

Podéis ver en el mapa que compartimos con vosotros más abajo, que están muy cerca uno del otro, con lo cual no cuesta nada visitar los dos pese a que las vistas sean parecidas.
El mirador de Santa Luzía es muy bonito. Se trata de un balcón con flores y azulejos y además suele haber algún músico amenizando el momento. ¿El problema? Pues que es muy turístico y esto hace que la visita no sea tan placentera como parece. Alrededor del mirador hay muchos murales de azulejos de los que disfrutar.

Catedral de Lisboa

El siguiente punto que ver en Alfama es la catedral de Lisboa también llamada Santa María Mayor de Lisboa. Aquí conseguimos una de nuestras fotos favoritas. El tranvía 28 con la catedral de fondo.

Esta catedral la pudimos visitar también por dentro de manera gratuita. Pero para nuestro gusto, el exterior es mucho más bonito.
Camino al restaurante
En este punto serían más o menos las 12 de la mañana. Hora de comer jajajaj. Somos unos guiris totales cuando viajamos 😛 . Este día nos alegramos de serlo, puesto que si nos hubiéramos entretenido, no habríamos encontrado sitio.

Para ir al restaurante que habíamos elegido pasamos por la plaza del Comercio, la cual aún no habíamos visto con la luz del día. Y también hicimos una parada en una iglesia que nos topamos, puesto que no habíamos leído sobre ella en nuestra guía. Se trata de la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción. Al igual que la catedral, más bonita por fuera que por dentro.

Comida en Taberna Sal Grosso
Para comer elegimos la taberna Sal Grosso. Ya habíamos leído en las reseñas que era un sitio pequeño y que había que reservar. No habíamos reservado, así que confiamos en que si íbamos a primera hora, conseguiríamos mesa.

Así que, a las 12:15h estábamos en la puerta esperando a que abrieran a las 12:30. Efectivamente nos dijeron que sin reserva, sólo podían ofrecernos una mesa compartida. Hay unas 6-8 mesas y la mesa grande, la cual compartimos con otras dos parejas.

Vimos personas que llegaron a las 12:45 y ya no les daban mesa para comer. Así que, tuvimos suerte y encima comimos genial. El camarero nos habló en inglés y pudimos elegir los platos mirando una gran pizarra donde tienen la carta expuesta.

Elegimos bacalao a brás, atún pica pau y pollo. Son pequeñas raciones pero buenísimas. Lo recomendamos. Por cierto, cuando nos trajeron los platos el camarero se dio cuenta de que éramos españoles y nos empezó a hablar en perfecto español jajaja.
La sorpresa del día
Con el estómago lleno íbamos hacia nuestro siguiente punto que ver en Alfama. Pero de camino, tuvimos una de las sorpresas más agradables del viaje. De esas cosas que surgen y enriquecen un montón el viaje.

Teníamos en nuestro recorrido pasar cerca del Panteón Nacional. Habíamos leído que la visita a éste estaba incluido en nuestra Lisboa Card, pero no habíamos planificado entrar ni habíamos visto imágenes del interior.

Pero al pasar por la puerta dijimos de entrar, por esa máxima española de…hay que amortizar la tarjeta jajaja. Nada más cruzar el umbral nos quedamos asombrados de la belleza del interior del edificio. No lo dudéis, visitad el Panteón.

Panteón Nacional
La visita del Panteón se divide en dos partes. La visita del hall principal donde podremos admirar la cúpula desde abajo, el maravilloso órgano y las tumbas de personajes importantes lisboetas y también los monumentos a héroes de la guerra entre los que veréis a Vasco de Gama o Luis Camoes.


La segunda parte de la visita es el ascenso por una escalera de piedra de algo más de 100 peldaños hasta su cúpula. Eso sí, para gente con vértigo, como es el caso de David, las vistas del interior del Panteón desde la cúpula son algo impactantes 😛 .


Desde lo alto de la cúpula tendremos acceso a un mirador que nada tiene que envidiar a cualquier otro de la ciudad.

Como en esta visita nos entretuvimos tuvimos que prescindir del siguiente punto que ver en Alfama, la feria de Ladra, la cual se celebra sólo los sábados y es un mercadillo a la antigua usanza. Pues bien, desde el mirador, aunque de lejos pudimos ver cómo era dicha feria.

Museo Nacional del Azulejo
¿Cómo podemos estar en Lisboa, ciudad ligada al azulejo donde las haya y no visitar este museo? Esto nos llevó a reflexionar que nunca nos hemos acercado a nuestro vecino Muel, donde hay también gran tradición de cerámica. Lo tenemos pendiente 😛

Cómo llegar
En un principio habíamos planificado tomar el autobús número 759 desde la estación Santa Apolonia hasta la puerta del museo. Pero había mucha gente esperando y decidimos ir andando.

Teníamos por delante algo menos de 2km, pero deciros que en las calles por las que fuimos ( Rua Santa Apolonia y Calzada da Cruz da Pedra) no encontraréis buenas vistas ni edificios bonitos. Eso sí, vimos un mural de un auténtico artista.

La vuelta sí decidimos hacerla en bus puesto que se hacía tarde y queríamos aprovechar un poquito más el día. Pero eso fue toda una aventura. Por no aburriros os invitamos a leer este post, donde os contamos las penurias que pasamos y os damos toda la información para moveros por Lisboa.
La visita
La entrada al Museo Nacional del Azulejo está incluida en la Lisboa Card. Es un museo donde podréis apreciar muchos mosaicos hechos con azulejos, azulejos que datan de distintas épocas históricas, conocer más sobre la fabricación de los azulejos…

Y la joya especial, la cual encontraremos en el segundo piso. Un mural de 23 metros que muestra Lisboa tal cual era antes del terremoto de 1755. El museo del azulejo está ubicado en un antiguo convento lo cual le da también un ambiente especial.

Paseo por el centro
Después de las odiseas esperando el autobús de vuelta, regresamos a la zona del Chiado dando un pequeño paseo. Teníamos ganas de volver a la plaza Luis Camoes donde el día anterior había comenzado la visita guiada en español para visitar dos lugares que habíamos visto de pasada.
Café A Brasileira
Esta cafetería es una de las más antiguas de la ciudad. El interior del café te transporta en el tiempo. Fue el primero en servir los famosos bica (beba isto com azúcar) portugueses. Además si pedís uno os cobrarán tan sólo 0,70€, un precio increíble en la época actual y más en un lugar turístico donde se podrían aprovechar de la situación.

Librería Bertrand
A menos de 100m del Café a Brasileira encontraremos la librería Bertrand. Fundada en 1732, es la librería más antigua del mundo de las que siguen en funcionamiento continuo desde su apertura.

Entramos en el interior, donde encontraremos muchas salas que acaban en un pequeño café. Las librerías están repletas de obras clásicas y novedades. Lástima para dos lectores empedernidos como nosotros, no saber portugués para habernos comprado el mejor de los souvenirs, un libro de esta mítica librería.

Navidad en Lisboa
Ya sólo nos quedaba disfrutar un poco de la navidad lisboeta. Haremos un post especial hablando de todas las alternativas que ofrece la capital lusa para disfrutar de la navidad.

Por eso hoy sólo os comentamos de pasada que tras ver la decoración de algunos edificios del centro nos dirigimos a Wonderland, el cual estaba muy cercano a nuestro hotel. Decenas de casetas, pista de patinaje, noria…Un ambiente inigualable.

Agotados y tras varios intentos fallidos de cenar (sin reserva imposible pese a ser las 20:30h) nos fuimos al hotel a descansar. Esperamos que hayáis disfrutado de este post sobre qué ver en Alfama.

Al día siguiente nos esperaba un día de los mejores del viaje. Visitaríamos el barrio de Belém. Esto os lo contaremos en las próximas semanas. Hasta entonces, un saludo y ¡a viajar!
Mapa
Compartimos con vosotros el siguiente mapa donde podréis consultar el itinerario del día. También encontrareis en él los puntos de interés, restaurantes y mucha más información 😛 .