
Comenzamos nuestro segundo día de viaje por esta zona de Francia que tanto nos está sorprendiendo. Hoy tenemos un día bastante completo. Visitaremos las localidades de Rodez, donde nos alojamos ayer por la noche, Belcastel, Salles-la-Source, Conques y Rocamadour. Por la mañana aprovecharíamos a visitar la maravillosa Catedral de Rodez. En el post de hoy os vamos a contar qué hacer en Midi-Pyrénées.
Índice
Rodez

Como os dijimos en el anterior post, nos alojamos en el hotel du Midi, justo enfrente de la Catedral de Notre Dame. Si queréis saber más sobre este hotel, visitad nuestra entrada sobre dónde alojarse en Midi Pyrénées. Para desayunar tenéis varias opciones por la zona. Justo enfrente tenéis una panadería-pastelería con muy buena pinta, el problema que no hay café. Como David si no toma su café por la mañana no es persona, nos fuimos al bar que hay a la derecha del hotel. Aquí podréis disfrutar de un desayuno completo por 4,20€, con café, zumo y bollería.

Después de cargar las pilas, nos decidimos a realizar una pequeña visita por el centro de la ciudad, que incluiría la maravillosa Catedral de Notre Dame. Este monumento está localizado en la Plaza de Armas, quizá algo desangelada según nuestra opinión. La catedral original se empezó a construir sobre el año 1000, aunque se reconstruyó prácticamente por completo en el 1277. La construcción se terminó en el año 1531. La visita es totalmente gratuita y la verdad que merece la pena.
Deciros que hoy viernes era día de mercadillo, así que los alrededores de la catedral estaban más animados que de normal. Después de hacer una pequeña visita al interior, dimos un pequeño paseo por el centro de Rodez. Hay numerosas casas muy bien conservadas y además para los amantes de los museos, que sepáis que por esta zona hay bastantes, como el museo Soulages, de arte contemporáneo, el museo Fenaille de arqueología y el museo Denys-Puech, con obras de la artista local.

Belcastel

A tan solo 25 km de Rodez, está este precioso pueblo llamado Belcastel. Tiene poco más de 200 habitantes y en él destaca el imponente castillo situado en la parte alta del pueblo. Podemos también destacar su impresionante puente medieval y la iglesia de Sainte Madeleine del siglo XV. El castillo original de Belcastel es del siglo IX.

El castillo se puede visitar, aunque la temporada de visitas comienza el 1 de abril, por lo que nosotros no pudimos realizar esta visita. La entrada cuesta 7,50€. Os dejamos este enlace donde tenéis más información al respecto. Os tenemos que decir que Belcastel según nuestra opinión es uno de los pueblos que visitamos que tienen un casco antiguo mejor conservado y en el que las casas son todas iguales, no hay una que destaque sobre otras.

Nosotros estuvimos más o menos una hora paseando por las calles de Belcastel. Visitamos la pequeña iglesia y subimos en coche hasta la parte alta del pueblo donde está el castillo. En la parte baja, justo en la entrada del pueblo hay un aparcamiento con unas 20-30 plazas y en la parte alta junto al castillo tendréis unas 6 o 7 plazas. En la época que fuimos nosotros no tuvimos problemas de aparcamiento. Por no decir, que hicimos casi toda la visita prácticamente solos.


Salles-la-Source
Desde Belcastel nos dirigimos a Salles-la-Source. En esta localidad disfrutaremos de otra de las cosas que hacer en Midi-Pyrenees. En esta localidad, lo más reseñable es una asombrosa cascada que hay en medio del pueblo. Según la época del año en la que la visitéis, habrá más o menos caudal. En nuestro caso, con las últimas lluvias, la cascada parecía que estaba en su máximo caudal y su fuerza se apreciaba incluso desde la carretera.

Quizá no sea una parada imprescindible, pero si os coge de paso es un buen sitio para hacer un descanso, disfrutar de las vistas y hacer unas cuantas fotos.

Comer
Desde Salles-la-Source teníamos otros 25 km hasta nuestra siguiente parada que iba a ser Conques. Como se nos había hecho el tiempo un poco justo pensamos comer en carretera, antes de llegar a Conques. Al pasar por la localidad de Saint Cyprien sur Dourdou vimos varios restaurantes para comer. Así que nos decidimos a parar en esta localidad. En la calle principal hay como tres o cuatro restaurantes con buena pinta y menú del día.

Nosotros nos decidimos por Auberge Aux Portes De Conques. Un hotel-restaurante de la cadena «Logis», que tienen varios menús, incluido un menú del día por 13€. Como nos llamó la atención un menú que había de 20€, elegimos ese. Pensábamos que era un entrante, segundo y postre. Pero cuando vamos a elegir, la mujer nos dice que es un entrante, un primero, un segundo y postre.

Así que nos comimos un entrante con embutidos del país y paté, una cacerola para dos de sopa de verduras, un confit de pato, al que añadir una impresionante creme brulee de postre y para terminar un tabla de quesos en la que podías coger lo que quisieras… Una pantagruélica comida por 20€ que nos supo a gloria.
Conques
Después de esta comida interminable nos quedaban pocos kilómetros para llegar a Conques, donde pasearíamos lo que casi quedaba de tarde para bajar la comida 🙂 El tiempo de momento nos estaba respetando bastante, aunque había bastantes nubes en el cielo. En poco más de veinte minutos estábamos entrando en Conques.

Tenéis que saber que en este pueblo hay dos parkings principales. Uno de ellos está en la parte baja del pueblo, y no hay muchas plazas libres. El otro está en la parte alta del pueblo y aquí sí que hay bastantes plazas. Nosotros aparcamos en este último y desde aquí empezamos a pasear por el bonito pueblo que es Conques.

Puntos de interés
Conques es otro de los pueblos que se suman a la lista de los pueblos más bellos de Francia. En él destaca la Abadía de Sainte-Foy. Tiene unas naves muy altas y es de estilo románico del siglo XI. Desde cualquier lugar del pueblo se puede ver la altura de esta gigantesca iglesia. En uno de sus extremos podréis ver parte de lo que queda del claustro de la abadía. Deciros que la visita es gratuita, aunque si queréis ver el Tesoro deberéis pagar 5€ por la entrada.

Lo mejor de Conques es pasear por sus estrechas calles y disfrutar de la muy conservada arquitectura típica medieval de estos pueblos franceses. Quizá Conques sea más turístico que alguno de los otros pueblos que hemos visitado, y ello se puede observar en la multitud de restaurantes y tiendas que hay por la zona. Nosotros aprovechamos a entrar a uno de los bares que hay situado junto a la abadía, para resguardarnos de la lluvia que está cayendo.

Tened en cuenta que este pueblo fue paso muy importante en la ruta francesa del Camino de Santiago. En 1850 llegó a tener casi 1500 habitantes. Hoy viven unas 250 personas.
Rocamadour
Después de aguantar el chaparrón, nos despedimos de Conques con un sol que nos acompaña ya casi toda la tarde. Nuestro último destino del día es Rocamadour. Aquí haremos noche para aprovechar a visitarlo por la mañana temprano, esperando que no haya muchos turistas.

Desde Conques tenemos unos 90 km, más o menos una hora y media de coche. Tenemos que decir que nos encanta conducir por estas carreteras de Francia. Son carreteras estrechas para conducir sin prisa, disfrutando del paisaje. Siempre que podáis hay bastantes sitios para parar y aprovechar a hacer alguna foto o simplemente disfrutar de las vistas.

Sobre las 18:00 más o menos llegamos a nuestro alojamiento. No estamos en el mismo Rocamadour, sino en la población llamada L’Hospitalet. Creemos que desde aquí es donde realmente disfrutas de las impresionantes vistas de Rocamadour. Otra opción es alojarte en el mismo pueblo, aunque entonces las vistas nos las aprecias al igual que aquí. Nos alojamos en el hotel Logis Hôtel Le Belvédère. Un hotel moderno en el que podéis alucinar con las vistas que tenéis hacia Rocamadour.

Desde el mismo hotel tenéis un tranquilo y bonito paseo hasta Rocamadour de unos diez minutos andando. Nosotros aprovechamos la buena tarde que se ha quedado para hacer una primera incursión en esta mítica e impresionante localidad. Lo mejor de haber llegado a esta hora, es que todas las tiendas comerciales ya están cerradas y casi no hay nadie por la calle. Podemos disfrutar de nuestro paseo casi solos por las calles de Rocamadour.
Cenar
El paseo de ida se hace muy corto porque es cuesta abajo. La vuelta es un poco más dura pero el paisaje es muy bonito y cada vez que podemos volvemos la cabeza atrás para seguir observando las imponentes vistas de Rocamadour.
Una vez llegamos al hotel, nos damos una buena ducha y vamos a cenar a uno de los múltiples restaurantes que tenéis en los alrededores. Incluso os recomendamos comer en el restaurante del mismo hotel. Por la noche con Rocamadour iluminado, las vistas son impagables y el menú del restaurante es muy recomendable.

Nosotros elegimos el restaurante Au Panorama. No podemos hablaros mucho de él, ya que después de la comilona de mediodía, solo nos pedimos un par de crepes. Eso sí, vimos platos de pescado y de carne, e incluso ensaladas que tenían muy buen aspecto.
Después del completo día de hoy, solo quedaba conversar sobre todo lo que habíamos visto, ver las fotos y vídeos que habíamos hecho y descansar. Mañana queríamos madrugar para ver Rocamadour más profundamente, y eso quería decir subir y bajar muchas escaleras 🙂 Aunque en el próximo post os contaremos los trucos que hay para no sufrir mucho en vuestra visita a Rocamadour.
Vídeo
Mapa
Compartimos con vosotros el siguiente mapa donde podréis consultar el itinerario del día. También encontrareis en él los puntos de interés, restaurantes y mucha más información 😛 .
