
Este primer día de nuestra escapada salió muy nublado y con la lluvia amenazándonos desde primera hora, Pero nada nos impediría disfrutar de esta hermosa ciudad, así que en este post os vamos a contar qué ver en Burdeos.

Índice
Nos levantamos sobre las 9h, ya que nuestra primera visita no abre hasta las 10h. Teníamos elegido un sitio para desayunar que está enfrente del hotel, My Little Café. Deciros que en los dos días que intentamos desayunar aquí ( y fuimos a distintas horas), ninguno de los días pudimos. El local estaba abierto, pero todas las sillas sobre las mesas y el dueño dentro con pocas intenciones de bajarlas.
Así que compramos unos cafés y algo de bollería a buen precio en un local situado frente al hotel, llamado La Mie Câline. Descubrimos que es una franquicia y pudimos encontrarla en otras zonas de Burdeos. Bueno, pues con el estómago lleno, sólo nos quedaba poner rumbo hacia el primer destino, La Cité du Vin.
Cité du Vin
El hotel dista de este edificio tan peculiar unos 4km. Como ya os dijimos el coche lo dejamos en el parking sin intención de volver a cogerlo, así que elegimos el tranvía como medio de transporte para llegar. Los billetes se sacan en unas máquinas que hay en cada una de las paradas. Son fáciles de usar y además se puede elegir el español como idioma.
Acordaos que si compráis el City Pass también os incluye el transporte. El precio del billete sencillo es 1,60€. También existen bonos de más viajes. Podéis consultar toda la información en este enlace. Para ir a la Cité du Vin cogimos la línea B con la que desde la parada, que se llama como nuestro hotel Gambetta, llegas en unos 15 minutos.

Entradas
Llegamos en hora y cual es nuestra sorpresa que ya había cola para entrar. Esto un viernes 8 de diciembre. No nos queremos imaginar cómo será visitar el museo en agosto y en hora punta 🙂 Compramos las entradas, lo cual nos supuso 20€ cada uno. ¿Cara? Un poco, pero con ella puedes visitar todo el museo y te incluye una copa de vino. Os dejamos su página para que consultéis todo lo necesario.

Acceso
El acceso al museo nos pareció muy extraño, ya que hay que subir en unos ascensores pequeños y algo escondidos. Siendo que había otros grandes pero en ellos ponía que no subían hasta la exposición. Más tarde descubrimos que éstos últimos eran los destinados a subir al mirador. Lo que pasa es que las personas que debían estar ahí informando debieron llegar tarde ese día jajajaja.
Bueno, pues cuando accedes a la exposición te entregan una audioguía en tu idioma. La verdad es que puedes estar en el museo todo el día, ya que hay muchísima información y muchas cosas que ver.

Qué ver
Es un museo absolutamente interactivo. Ya os decimos que la información es enorme. Nosotros no nos entretuvimos en leer todo, lo cual os llevaría días. Pero fuimos recorriendo las distintas salas donde se toca todo y tan sólo acercando la audioguía ya se activa la información.

Hay también varias salas con videos muy graciosos subtitulados en español o doblados en la audioguía. Al ser todo tan interactivo y las exposiciones tan distintas, no se hace pesado. Nosotros estuvinos allí 2:30h.
Para finalizar, subimos hasta el mirador por los ascensores de la entrada. El personal que hay en ellos hace grupos para subir. Ya en el octavo piso, te dan una copa de vino a tu elección entre unas ocho botellas. Desde allí podréis salir al exterior (sin la copa) y disfrutar de las vistas impresionantes.


Puente Jacques Chaban-Delmas
Este es uno de los puentes para cruzar el Garona en Burdeos. La peculiaridad es que una de sus plataformas se eleva más de 70 metros para dejar pasar los barcos. No tuvimos la suerte de ver cómo se elevaba pero impresiona sólo imaginártelo 😛

¿SABÍAS QUE...el nombre de este puente es en honor a un alcalde muy apreciado en la ciudad bordolesa? Jacques Chaban fue alcalde de Burdeos durante 48 años (1947-1995).
Comer
Bueno pues ya se hacía la hora de comer. Ya sabéis que cuando viajamos somos todos unos guiris y nos acogemos al horario de donde estamos. Así que fuimos hacia nuestro restaurante elegido para comer, La Brasserie Bordelaisse.
No sin antes pasar por la oficina de turismo donde pedimos un mapa y al ver las visitas guiadas en español, contratamos una. Ya os comentamos en el post de preparativos del viaje a Burdeos en 2 días, que para ser oficina de turismo nos costó mucho que nos dieran un mapa y todo ello sin la amabilidad por bandera.

¿Qué deciros del restaurante? Ya podéis apreciar en las fotos que comimos genial. El servicio muy bueno y de precio salimos por unos 65€.

Place des Quinconces

¿SABÍAS QUE... el nombre de la plaza se debe a la forma geométrica Quincunce? Es la forma típica de la cara 5 del dado. En esta plaza plantaron los árboles de esta manera, 4 árboles en cuadrilátero y el quinto en medio del mismo.

Esta es la plaza más grande de Francia y una de las más grandes de Europa. En esta plaza hay un mercadillo muy genuino donde encontraréis sobre todo antigüedades, artículos de decoración… Cierto es que cuando nosotros paseamos por el mercadillo comenzó a chispear y tampoco nos entretuvimos mucho.
También en la zona más cercana al monumento de los Girondinos, hay puestos de comida. En nuestra opinión es una plaza enorme, pero con tantos puestos no ves bien el concepto de plaza.


Monumento de los Girondinos
El monumento de los girondinos está compuesto por una columna (coronada por una estatua que representa a la libertad cortando sus cadenas) y por dos fuentes llenas de simbolismo.
En una de ellas representan el triunfo de la República y en la otra el triunfo de La Concordia. Si os detenéis a observar las estatuas veréis miles de detalles en ellas.

Grands Hommes
Paseando por el centro, de camino al siguiente punto vimos este centro comercial. Es llamado de los hombres grandes, dado que todas las calles que parten de él, tienen el nombre de un gran hombre en la historia francesa. Por ejemplo, Voltaire, Diderot, Montesquieu…

Por fuera nos gustó más que por dentro. No deja de ser un centro comercial jajaja. Pero la estética exterior nos recordó a los mercados tradicionales.

Instituto Cervantes

No podíamos dejar de visitar al paisano de David, Goya. Goya pasó en esta maravillosa ciudad los últimos años de su vida y fue en este edificio donde vivió. Ahora es el Instituto Cervantes, donde se imparte nuestro idioma.

¿SABÍAS QUE... Goya vivió en la ciudad bordolesa durante 2 años hasta su fallecimiento (1826-1828)? Su funeral se celebró el 16 de abril en Burdeos en la Iglesia de Notre Dame.
Mercado Navideño
Y por fin visitamos el mercado navideño. Uno de los motivos que habían impulsado nuestra decisión de viajar a Burdeos; poder visitar un mercado navideño europeo. La experiencia fue muy grata. ¡Hasta vimos a Papá Noel! 😛 .

A causa de los ataques terroristas sufridos en Francia, pese a ser al aire libre, estaba todo vallado. Había personal de seguridad en cada punto de acceso donde te miraban el bolso e incluso te cacheaban.

No os podéis imaginar lo mucho que nos alegramos de ir este día. Al día siguiente, el sábado, había unas colas inmensas para entrar. Ya os contaremos en el siguiente post, pero el sábado en general, había demasiada gente en todos sitios jajaja.

Algo que nos llamó la atención fue los pocos puestos navideños que había. Sólo uno de adornos del árbol, otro de figuras del belén y un área para comprar pinos. Había también mucho puestos de comida con su vino caliente, pero había muchos puestos que nada tenían que ver con la navidad. Esto nos parece normal, pero esperábamos que hubiera más de cosas navideñas. Eso sí, el ambiente genial.
Paseo Nocturno


Y ya simplemente nos dejamos llevar callejeando por la ciudad y fascinándonos con lo iluminado de sus edificios y con lo navideño de sus calles. No llevábamos ruta fija, simplemente nos perdimos por sus calles, lo cual nos encantó (eso sí, con GPS a mano por si acaso jajaja)

Por fin fuimos a parar a uno de los puntos fuertes de la ciudad. Por primera vez fuimos a la Plaza de La Bourse, donde no podíamos dejar de hacer fotos. Es precioso el reflejo de la plaza en este espejo gigante.



Desde la zona del espejo, podréis divisar el puente de piedra también iluminado. Podemos afirmar que Burdeos nos encantó y nos atrapó. Pero también podemos afirmar que de noche nos parece que adquiere un encanto especial que hizo que nos gustara aún más.

Cenar
Para cenar elegimos Nom d’Une Crepe. Una crepería donde la calidad de su servicio y lo buenas que estaban sus crepes hizo que volviéramos al día siguiente jajaja. Tienen menús donde puedes elegir crepes más sencillas o más elaboradas, con o sin postre a precios muy asequibles.

Mapa
Compartimos con vosotros el siguiente mapa donde podréis consultar el itinerario del día. También encontrareis en él los puntos de interés, restaurantes y mucha más información 😛 .